Un año más, este pueblo del Poniente celebra sus fiestas de Interés Turístico Andaluz en honor al Santo Cristo
http://www.ideal.es 18.09.2012 LAURA MONTALVO
Como Ítaca, Dalías es el camino, todo lo que sucede en esos kilómetros que separan al peregrino de su lugar de procedencia de la iglesia de Santa María de Ambrox, a la casa del Santo Cristo. A la morada de todos.
Porque durante estos días, la puerta está abierta 24 horas, para recibir a quienes participan en las fiestas en honor al Cristo de la Luz, a quienes se acercan al Punto del Peregrino de la Hermandad, a quienes llevan sus ofrendas al Cristo. Todo un año esperando y ayer la imagen bajó a sus andas en un emotivo acto protagonizado de nuevo por los bomberos del Poniente.
La bajada
Tras la misa mayor, presidida por el obispo de Almería, Adolfo González Montes, y tras las misas que precedieron desde la madrugada, sobre la una de la tarde, y con una parroquia llena se procedió al complejo acto de la bajada de la imagen, retirando primero los nardos que adornaban el altar. Emoción contenida, nervios, lágrimas, sonrisas.
Poco a poco el Cristo de la Luz baja a la estructura metálica y de nuevo se hizo hombre para peregrinar junto al pueblo. Los costaleros guardan sus sitio con sus pañuelos, lo tienen que hacer al unísono, para no desestabilizar la estructura. Aún así, por un momento todo vibra. Y cuando todos suspiran hay alguien que aún no se ha movido, mantiene la respiración, con el pulso acelerado. Es el responsable de la seguridad de las andas. Víctor no ha dormido, como le pasa cada año, pensando en la seguridad de este sistema de bajada. Es el único que en la bajada no mira al Cristo.
La familia Lucas es la responsable del invento desde hace 34 años, «la fabricó mi padre, luego a petición suya le añadieron el hidráulico. Es una base que se fija al suelo, y luego hay otra estructura, donde están las andas, que se eleva para recibir al Cristo». Luego todo se asegura al suelo con tacos de madera y cuñas.
¡Viva el Santo Cristo de la luz! gritó al unísono la iglesia, con cientos de personas cantando el himno, brazos en alto clamando a la cruz. Y en la plaza esperan los cohetes y las bombas que como cada año preparó la pirotecnia Nuestra Señora de Gádor, cuya gerencia agradeció la confianza que cada año depositan ayuntamiento y peñas con un castillo de fuegos artificiales fin de fiestas.
La procesión
Durante el día y la tarde todo son preparaciones y nervios por parte de los músicos, las autoridades, los costaleros, los peregrinos
A las ocho en punto, desde el balcón del ayuntamiento un colorido con junto de globos se eleva al cielo recordando que el Cristo está a punto de salir. Media hora más tarde hizo su entrada triunfal en la plaza el Santo Cristo, cuando se apagaron las luces y la noche se hizo día con el estallido de miles de cohetes, ofrendas de los fieles a través de las peñas.
Kilos y kilos de pólvora en forma de oración que surcaron los cielos en cada parada de la procesión ante las peñas festivalera, La luz, La Rosa, El Cohete, Los costaleros y Amigos de la plaza. Con la ofrenda de flores de la Petalá, las palomas de Talia y la esencia de El perfume.
Miles de personas acompañaron al santo Cristo por las calles de Dalías, con la banda de CCTT de la Santa Cruz de Almería y la Asociación Músico Cultural daliense. Los cohetes iluminaron el camino de vuelta al templo parroquial, «y mirando a la cruz y mirando al azul, Dalías vive y canta y su canto es de esperanza. ¡¡Viva el Cristo de la Luz!!», como reza el himno.