El día amanecía dando los últimos retoques a los adornos florales del altar, antes de que comenzara la prueba de Trial, junto a los depósitos de agua. A las 12 comenzaba la misa de hermandad, donde se impusieron las medallas a los nuevos hermandos tras su bendición por el párroco, que daba paso a la lectura del pregón y la entrega de la distinción de la hermandad a la parroquia de Celín, por el 75 aniversario de la actual imagen del San Miguel. Los peregrinos a caballo ofrecían su ramo de flores al Santo Cristo, y se celebraba la comida de hermandad en el Casino. También a mediodía, los bares llenaban sus terrazas y en la plaza de las flores la Cofradía de «los negros» abría una barra en los arcos. Por la tarde, tras la traca, los mas pequeños se iniciaban en juegos multiaventura, antes de que comenzara la primera noche del septenario. Y en estos momentos, tiene lugar en la terraza del Casino, la «noche flamenca» dentro de los festivales.