
www.teleprensa.es 21-07-2011
DALÍAS.- Este año, la Hermandad de San José María Rubio ha organizado su anual peregrinación a visitar el Santuario de Fátima al cumplirse los 30 años del atentado a Juan Pablo II, recientemente beatificado el pasado 1 de Mayo. “Una mano disparó y otra condujo la bala”; así decía el beato Juan Pablo II de la especial protección de la Virgen de Fátima por haber impedido que fuese asesinado, haciéndose realidad el tercer secreto de Fática, que él mismo desveló desde su cama en el hospital.
Por estos hechos, desde la hermandad daliense, según manifiesta su Hermano mayor, Gabriel Lirola, “se creyó oportuno visitar este año Fátima para unirnos desde allí a la consagración a María” y recuerda las palabras de Benedicto XVI “para vivirla día tras día, tanto para la vida de cada uno como para la convivencia de todos para ver a Dios como centro de la realidad y de nuestra vida personal y el ejemplo de esa actitud es María”.
Las actividades de los peregrinos en el Santuario estuvieron llenos de emotividad y fe. Cuatro hombres pudieron portar las andas de la Virgen en la procesión de las velas que iba precedida del estandarte del Padre Rubio. La misa en español, fue preaparada con el grupo por una religiosa de las Misioneras Eucarísticas, fundadas por el beato Manuel González, quién fundó también las Marías de los Sagrarios en Málaga, como después el Padre Rubio las fundaría en Madrid. Miembros del grupo realizaron las lecturas y el Hermano mayor realizó la oración universal, donde pidió especialmente por Dalías y los jóvenes. Posteriormente otro miembro de la hermandad, fué la encargada de realizar el 2º misterio del rosario.
Al finalizar la eucaristía y en el mismo lugar donde se apareción la Virgen, el sacerdote celebrante bendijo una imagen de Ntra. Señora que fué adquirida con la aportación de todos los peregrinos, así como el rosario que le fue puesto en sus manos.
Esta imagen estará en el Museo del Padre Rubio de esta localidad.
Este grupo completó la estancia en Portugal con visitas culturales a Coimbra, Monasterio de Batalha, declarado patrimonio de la humanidad, Lisboa y el Palacio Real de Sintra. El viaje continuó con una parada en Cáceres para admirar su rico patrimonio histórico, tras lo cual la peregrinación llegó a Madrid para realizar el acto central de esta visita, que no es otro que visitar la tumba de San José María Rubio.
Complementando la última jornada, primeramente el grupo fue recibido en el Senado, donde les fueron mostradas las dependencias delos dos edificios y la imporante pinacoteca que alberga, para después visitar a la Virgen del Mar en la Real Iglesia de San Ginés y la Catedral de la Almudena. A continuación, los peregrinos llegaron hasta el Claustro de la Casa Profesa donde les recibió el párroco de San Francisco de Borja, la presidente y varias de las componentes de las Marias de los Sagrarios, así como algunos dalienses afincados en la capital de España y entre ellos por ser de los habituales, Manuel Arqueros. El parroco dirigió una oración ante el sepulcro, realizándose la tradicional ofrenda floral y la celebración de la Eucaristía. Los peregrinos se despidieron del Padre Rubio cantando su himno ante sus santos restos, emprendiendo su regreso hasta Dalías.
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